Clinica San Vicente de IcaUn equipo de investigadores de la Universidad de Indiana en Estados Unidos, descubrieron recientemente cómo la destrucción ósea inducida por el cáncer causa debilidad muscular esquelética, empeorando la calidad de vida de los pacientes con este terrible mal.

El equipo de investigadores liderados por Theresa Guisa, MD, el profesor Jerry y Peggy Throgmartin de Oncología de la Facultad de Medicina de la Universidadde Indiana (IU) y un investigador de Indiana University Melvin and Bren Simon Cancer Center, han identificado las vías moleculares que conducen a la debilidad muscular asociada al cáncer. Encontraron que inhibiendo una molécula de TGF-β, que es un factor de crecimiento liberado por los huesos durante la destrucción ósea inducida por el cáncer, la función muscular ha mejorado en modelos de ratón en los cánceres humanos.

“El cáncer avanzado a menudo se extiende hasta los huesos y los pacientes pueden tener debilidad muscular debido a eso. Esta debilidad puede reducir seriamente la calidad de vida de los pacientes y aumentar el riesgo de fractura ósea. Anteriormente se mostró que cuando el cáncer se disemina y causa la destrucción ósea, libera factores de crecimiento en la circulación. En el presente estudio, se encontró que estos factores pueden causar debilidad muscular “, explicó la doctora Guisa.

“En los ratones con cáncer en los huesos, la debilidad muscular podría ser impedida por las drogas que inhiben la destrucción ósea, bloqueando la actividad del factor de crecimiento, o estabilizando el calcio en el músculo. Estos medicamentos tienen el potencial de prevenir la debilidad muscular en los pacientes con cáncer en los huesos” siguió con su explicación la doctora Guisa.

“Una vez que el cáncer se disemina a los huesos, los pacientes, a menudo, experimentan dolor óseo, fracturas, compresión nerviosa y debilidad muscular. Actualmente, no hay tratamientos eficaces para la debilidad muscular asociada al cáncer. “Estos hallazgos deberían conducir a nuevas terapias para tratar la debilidad muscular asociada al cáncer que podrían ser estudiados clínicamente en los próximos años”, dijo la doctora Guisa.